Al poco tiempo la gente se alarmó al ver que aparecían animales muertos, pero días
después se encontraron cadáveres de personas sin una gota de sangre. Este hecho causó
un gran temor en el corazón de aquellos humildes campesinos, los cuales se encerraban en
sus casas antes del atardecer y rezaban temerosos por sus vidas.
Finalmente se reunieron y armados de valor, palos, antorchas y machetes decidieron ir en
busca del asesino. Cerca del panteón oyeron gritos, y al llegar vieron con horror a don
Jorge que estaba mordiendo el cuello de uno de los campesinos. Cuando el vampiro se vio
rodeado huyó dejando a su víctima ensangrentada. Al día siguiente la gente fue a ver al
cura del pueblo y le pidieron que les ayudara a detener al vampiro que los aterrorizaba.
Así llegaron a la hacienda de don Jorge y el cura le realizó un exorcismo y el vampiro
retrocedió maldiciendo y jurando que se vengaría de todos ellos, entonces uno de los
aldeanos le clavó una estaca en el pecho. Una vez muerto fue enterrado en el panteón de
Belén.
Se dice que meses después la lápida se rompió y en su lugar nació un árbol de tronco
grueso y de raíces profundas. Cuenta la leyenda que el día que el árbol sea cortado o
las raíces rompan por completo la lápida don Jorge regresará para tomar venganza contra
aquellos que lo apresaron.
Así que si se dan una vuelta por la republica mexicana, no olviden visitar en
Guadalajara, un pobladito llamado Belén donde aun hoy se puede observar el magnífico
árbol erguido sobre su tumba.
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